¿Perro de raza o mestizo?


Es una pregunta que me hacen muy a menudo…

¿Es necesario que un perro de intervención sea de una raza en concreto?

¿Tiene que ser de un color determinado?

¿Talla grande o mejor pequeño?

Pues la respuesta a la primera pregunta es no, no es necesario que sea de una raza en concreto. Lo que determina que un perro sea un buen perro de terapia, es su carácter.

Sin embargo, es cierto que hay razas más predispuestas que ya vienen de serie con un carácter y unas características adecuadas para ello. Por ejemplo, el labrador y el golden retriever. Con esto no quiero decir que todos los labradores y golden sean adecuados para intervenir en una sesión de terapia asistida.

El carácter de un buen perro de apoyo tiene que ser seguro, equilibrado, cariñoso, alegre, predecible, controlable y que inspire confianza. Y no tenemos que dar por hecho que todos los ejemplares de estas razas van a ser así de entrada y con total seguridad. Aunque la parte genética tiene mucho que ver, dependerá en gran medida del trabajo que hagamos con ellos. Porque hay mucho trabajo detrás de un perro de terapia. De hecho, están en continua formación.

El inconveniente que nos podemos encontrar (no siempre), al adoptar a un perro de protectora para que intervenga en un Programa de Terapia Asistida es que, no sabemos a ciencia cierta, la vida que ha podido llevar anteriormente, ni los traumas por los que ha podido pasar, ni las posibles secuelas.

Insisto: no es genaralizable a todos los perros de protectora. Es más, nosotros trabajamos tanto con perros de raza como mestizos y adoptados, y estamos muy contentos con el resultado de ambos.

El primer paso es evaluar su carácter y a partir de ahí, ¡a trabajar!

Y lo más importante, que los perros disfruten con lo que hacen. Nuestros perros van muy contentos a los centros donde trabajamos. Ellos saben que es su momento de juego porque, efectivamente, ellos lo viven como un juego.

Desde aquí, me gustaría dejar claro que en Tic Tac Terapias, nuestros perros no van a exhibirse. No son forzados a hacer algo que no quieran hacer porque la sesión no recae en ellos, sino en nosotros, los guías. Los perros son nuestro apoyo para conseguir los objetivos marcados.

Como ya dije en otro post, no son perros circo.

En cuanto al color… Nosotros no le damos demasiada importancia. Hay teorías que defienden que los perros de color negro no son tan apropiados porque pueden imponer más al usuario. En nuestro caso, que contamos con dos perros de color negro, tengo que decir que han sido acogidos sin ningún problema.

 

Y en cuanto al tamaño… Pues aquí sí hay que hacer una distintión.

La elección del tamaño se hará en función de la actividad que se vaya a realizar. Por ejemplo, para usuarios con movilidad reducida, es aconsejable un perro de tamaño pequeño si lo que vamos a trabajar es a nivel táctil, ya que es más fácil su manipulación y evitamos hacer daño por el peso del perro.

 

 

 

Si la actividad requiere algo más de movimiento, podemos alternar y elegir el tamaño que nos venga mejor.

Aunque la manipulación y cepillado es común a todos.

Raquel

 

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